Rueda Ágil
•16 Jul 2023
LuceTuAuto.com - Blog Definitivo de AutoDetallado
Descubre cómo proteger y mantener tu vehículo en condiciones óptimas durante el almacenamiento a largo plazo.
Guardar un vehículo por un período prolongado no es tan simple como estacionarlo y cerrar la puerta del garaje. Para preservar la salud mecánica y estética de su automóvil durante el almacenamiento a largo plazo, se requiere un conjunto específico de pasos. Tanto si eres un coleccionista de vehículos clásicos como si necesitas dejar tu coche durante una temporada por motivos personales, este artículo te brindará las pautas esenciales para hacerlo de manera segura y eficaz.
Almacenar un coche a largo plazo sin las precauciones adecuadas puede resultar en daños costosos, desde el sistema de combustible hasta la acumulación de óxido. Todos los vehículos, ya sean de lujo, deportivos o el fiable coche de la familia, merecen un cuidado especial si van a estar inactivos durante meses o incluso años. Ahora te presentamos las mejores prácticas para asegurarte de que tu automóvil se mantenga en condiciones óptimas hasta tu regreso detrás del volante.
Lo primero es hacer una limpieza exhaustiva tanto por dentro como por fuera. La suciedad y los contaminantes que se dejen en la pintura o los interiores pueden causar daños a largo plazo. Una limpieza a fondo no solo protegerá la superficie de tu vehículo, sino que también te permitirá regresar a un coche que se sienta fresco y acogedor. Esto incluye lavar, encerar y detallar tu coche, así como aspirar y limpiar todos los interiores.
El cambio de aceite parece una actividad común antes de una parada prolongada. Aunque puede parecer contraintuitivo cambiar el aceite antes de guardar tu vehículo, es fundamental. El aceite usado tiene contaminantes que pueden dañar el motor durante el periodo de inactividad. Garantiza que tu motor se mantenga lubricado con aceite limpio y fresco para una preservación óptima.
Una vez que el aceite está fresco y el vehículo está limpio, es crucial prestar atención a los fluidos del vehículo. Los niveles de líquido refrigerante, líquido de transmisión, líquido de frenos y líquido de dirección asistida deben estar en puntos óptimos y considerar su reemplazo si se acerca el fin de su vida útil. Esto previene la corrosión interna y asegura que tu automóvil esté listo para rodar sin inconvenientes cuando lo necesites nuevamente.
La batería es otro componente que requiere atención especial. Con el pasar del tiempo y sin uso, la batería tiende a descargarse, por eso se recomienda desconectarla para evitar la fuga de carga. Sin embargo, una mejor práctica es conectar la batería a un cargador de mantenimiento que la mantenga con la carga adecuada sin sobrecargarla, lo que permite conservar su vida útil y funcionalidad.
Mantener la presión de aire correcta en los neumáticos es esencial para evitar deformaciones o daños debido a la pérdida de presión prolongada. Asimismo, es aconsejable inflarlos un poco por encima de la presión recomendada, ya que perderán algo de aire con el tiempo. Si es posible, almacena el vehículo sobre bloques o soportes para quitar peso de los neumáticos y prevenir el achatamiento.
Para proteger la carrocería de tu automóvil del polvo y la suciedad, y prevenir rayones mientras está almacenado, utiliza una lona de calidad para cubrir vehículos. Esta debe ser transpirable para evitar la acumulación de humedad, lo que podría provocar la aparición de óxido. Asegúrate de que la lona se ajuste bien al vehículo para que no se mueva con corrientes de aire o animales que puedan entrar en el espacio de almacenamiento.
Evitar la humedad es otra clave para el almacenamiento exitoso de un vehículo a largo plazo. El óxido y la corrosión son enemigos potenciales cuando se trata de metales, por lo que un garaje seco y bien ventilado es el mejor entorno para almacenar tu coche. Si no dispones de un garaje, considera el uso de deshumidificadores y asegúrate de que el área esté bien sellada para evitar la entrada de humedad exterior. La ventilación adecuada evitará también la acumulación de condensación en el interior del vehículo.
Otro punto importante es el cuidado del combustible. Si bien podría parecer una buena idea almacenar tu vehículo con el tanque vacío para evitar fugas o evaporación, un tanque vacío puede resultar en la acumulación de óxido debido a la humedad. Es preferible almacenar el coche con el tanque lleno y agregarle un estabilizador de combustible para prevenir la oxidación y asegurar que el combustible no se degrade con el tiempo.
También es vital cuidar los componentes internos del motor tapando las entradas de aire, el tubo de escape y cualquier otro orificio donde puedan entrar insectos u otros pequeños animales. Una práctica aconsejable es rellenar todos estos puntos de entrada con bolas de acero inoxidable o aluminio, que se pueden quitar fácilmente cuando sea el momento de poner en marcha el vehículo nuevamente.
Aunque no es necesario arrancar el vehículo con frecuencia durante el almacenamiento a largo plazo, sí es recomendable realizar una revisión completa antes de volver a utilizarlo. Esto incluye verificar todos los líquidos, la presión de los neumáticos, la carga de la batería, y asegurarte de que todos los sistemas funcionan correctamente. Si el almacenamiento va a ser extremadamente largo, puede ser prudente llevar el vehículo a un mecánico profesional para una revisión detallada.
Finalmente, aunque no se use, es importante mantener el seguro del vehículo. Nunca se sabe cuándo podría ocurrir un imprevisto, incluso si el vehículo está guardado. Además, algunos seguros ofrecen políticas especiales o descuentos para vehículos que no están en uso activo, lo que puede ser beneficioso financieramente.
Un último consejo práctico es llevar un registro detallado de todas las acciones que realizas en tu auto antes y después del almacenamiento. Este registro debería incluir cambios de aceite, reemplazo de líquidos, limpieza, y cualquier otro mantenimiento realizado. De esta manera, tendrás un historial claro del cuidado de tu vehículo, lo cual es valioso por razones de mantenimiento y puede aumentar su valor de reventa.
En resumen, la protección correcta de tu vehículo durante el almacenamiento a largo plazo implica consideración cuidadosa y acción proactiva. Siguiendo estos consejos, aseguras la preservación tanto de la estética como del rendimiento de tu vehículo. Recuerda, cuando se trate de cuidado automotriz, el esfuerzo adicional siempre vale la pena para mantener tu coche impecable y listo para la carretera.
Mantener tu vehículo en óptimas condiciones es un proceso continuo que no se detiene, incluso cuando tu vehículo está estacionado. Esperamos que este extenso artículo te haya provisto de información valiosa y consejos prácticos para el cuidado de tu auto durante períodos largos de inactividad. Para más información sobre detallado y mantenimiento automotriz, ¡sigue navegando por Lucetuauto.com!
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